Adrenalina que corre mi cuerpo
mientras mi mejilla se sonroja.
No es por timidez ni vergüenza
ni amor las palpitaciones de mi miembro.
El calor en mi rostro aumenta
y también palpita, mas no de emoción
sino del golpe de tu mano abierta
que con firmeza provoca excitación.
Saca las garras fiera y árame
créame surcos que regaremos con sudor
sembraremos pasión, recogeremos lujuria.
Haremos empañar todos los cristales de la habitación.
Quiero tus colmillos clavados en mi piel.
Que tu rugido en mis tímpanos estalle.
Átame, mátame de agonía y hazlo bien
Erosiona en mi pecho un río de sangre
Agita tu roja melena,
que quede bien claro de que va este juego
que se sienta lo obsceno de la escena.
Quémame...
Quémame como el fuego.
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